Muchos me preguntan..

• ¿Por qué participamos en este tipo de congresos? 
• ¿Qué te llevas al final de cada evento?
• ¿Volverás a participar en el futuro?

La respuesta es múltiple y profunda. 

Por supuesto, siempre iremos para escuchar y aprender de los expertos del sector.

Estaremos presentes para seguir aprendiendo, también en un congreso inmobiliario.

 También estaremos para conectarnos con personas inspiradoras y, por qué no, para disfrutar del ambiente enriquecedor que solo un evento como este puede ofrecer. 

Sin embargo, hay algo más que impulsa nuestra participación, algo que trasciende lo profesional y llega al corazón de nuestra experiencia humana.

Con Anna Puigdevall (Directora General API) Ramon Riera ( Presidente mundial FIABCI) Gerard Duelo (Presidente Consejo General API España).

Para mí, que el próximo año cumpliré 40 años en el sector inmobiliario, este congreso representa una vez más, como en otros momentos similares, un hito significativo. 

Más allá de la mera acumulación de conocimientos, yo también,  estoy aquí para recordarme a mí mismo y a mis colegas que, independientemente de las circunstancias externas que la vida nos regala,  tenemos el poder de darle siempre un sentido especial y diferente a nuestra forma de ver y hacer nuestra profesión.  

Que haya una situación favorable o desafiante, vivir en una zona privilegiada o en una más difícil, nuestras verdaderas  capacidades, es que podemos marcar la diferencia y añadir valor donde sea que estemos.

Este año, en calidad de presidente Trivion, tengo el honor de estar acompañado por tres destacados ponentes de nuestra organización: Diamantina Centeno, Fernando Garcia Erviti y Moises Ruiz. 

Lo que compartiremos y aprenderemos juntos en esta mesa redonda será inspirador y difícil de olvidar.

Porque cada vez que aprendemos crecemos como personas.

Porque cada vez que aprendemos algo nuevo, nos transformamos en una  persona nueva, más capaces de enfrentar los desafíos y de hacer una diferencia en el mundo que nos rodea.

Diamantina Centeno y Fernando Garcia Erviti (embajadora y past president Trivion)

El verdadero poder del aprendizaje, como bien sabemos, reside en el coraje de cambiar y en la voluntad de hacerlo.

Si no damos un sentido positivo a lo que hacemos, la vida misma se volverá monótona y vacía. 

Sabemos que, al final del día, lo que realmente importa no es cuánto hemos acumulado, sino cuánto valor hemos creado y compartido con los demás. Cuánto hemos donado a los demás de forma desinteresada porque no hay cantidad de dinero que pueda valer lo que verdaderamente vales.

Una historia que ilustra esto de manera brillante es la anécdota de Picasso en el mercado y el dibujo de un millón de dólares. Cuando se le pidió que dibujara un simple trazo, solicitó un millón de dólares, ya que en ese pequeño dibujo había volcado todo su conocimiento y experiencia.

Un verdadero formador trasciende el simple acto de enseñar; se convierte en un educador que va más allá de transmitir conocimientos.

 Su labor implica inspirar a sus alumnos, motivarlos a alcanzar sus metas, enamorarlos del aprendizaje y fomentar la generosidad en su forma de compartir conocimiento y experiencias. 

Ya sea que esté impartiendo una sesión de una hora o un curso extenso de más de ocho horas, un verdadero formador aprovechará toda su vida de experiencia y estudio para enriquecer la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes. 

Cada palabra, gesto y ejemplo que ofrece está imbuido con el propósito de empoderar a otros y guiarlos hacia el crecimiento personal y profesional.

 En esencia, un verdadero formador se convierte en un faro de sabiduría y apoyo para aquellos que buscan aprender y crecer bajo su tutela.

En resumen, un buen educador nos desafía a alcanzar y a buscar siempre:

• la excelencia, porque no es suficiente hacerlo solo bien,
• a vivir con sencillez, la clave está en dominar la habilidad de hacer poco pero hacerlo excepcionalmente bien,
• a mantenernos alejados del cinismo, para cultivar y mantener una buena AMP (Actitud Mental Positiva),
• a practicar la gratitud en todo momento, reconocer y apreciar las cosas buenas de la vida,
• que nuestra vida es nuestra propia obra de arte, que debemos vivirla con pasión para expresar toda nuestra creatividad, perseguir nuestros sueños y encontrar significado en lo que hacemos,
• a tener coraje, para  enfrentarnos a nuestros miedos y tirar hasta tocar nuestros límites,
•  a ser  generoso  hacia los demás, compartiendo todo nuestro conocimiento, tiempo y recursos. La generosidad fortalece nuestras relaciones, fomenta la empatía y contribuye a un mundo mucho más solidario y compasivo.

«Al final del día, lo que realmente importa es cómo hemos dejado nuestra huella en las vidas de aquellos que hemos encontrado en nuestro camino hacia el éxito.»

Quiero dar un fuerte agradecimiento a la asociación AGALIN y a los organizadores de su Consejo. A la presidenta Emma Martínez y a todos sus asociados para estos dos días de congreso inmobiliario que una vez más se han hecho cortos y amenos.

¡Nos veremos el próximo año!