Cada uno vive la vida que quiere vivir

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**Vivir como un esencialista

Utilizando una frase bastante emblemática como título, en este artículo trataremos de reflexionar sobre la forma en que vivimos nuestra existencia, explorando el concepto de vivir y trabajar como verdaderos «esencialistas«, siguiendo el dictado de Greg McKeown en su esclarecedor libro «Essentialism».

Para ello, analizaremos los pasos cruciales expuestos en el libro, correspondientes a las tres importantes fases relacionadas con la exploración, eliminación y ejecución, y profundizaremos en ellos a través de otros conceptos que desarrollaré a lo largo del artículo para concluir con consejos y aplicaciones prácticas a llevar a cabo en nuestro trabajo inmobiliario.

1: Exploración:

En la fase de exploración, McKeown nos invita a realizar un análisis detallado de todo lo que nos rodea. Este proceso no es sólo una investigación de las opciones externas de que disponemos, sino una inmersión profunda en nuestra forma de ser. Somos conscientes de que saber quiénes somos y hacia dónde queremos ir son los dos pilares en los que basamos las decisiones importantes de nuestra vida. La exploración es un viaje hacia el descubrimiento de alternativas y un camino de autocomprensión. Necesitamos saber qué nos motiva y cuánto estamos dispuestos a dar para conseguir nuestros objetivos, alineándolo todo con nuestros principios y valores según la escala neurológica de la PNL diseñada por Robert Dilts .

Este proceso, como ya he mencionado, requiere un meticuloso esfuerzo para evaluar qué opciones son realmente «esenciales» para nuestro propósito final. Significa examinar detenidamente todas las posibilidades disponibles antes de tomar decisiones importantes. En este contexto, este análisis se convierte en nuestra brújula para guiarnos y permitirnos pasar a las siguientes etapas.

**El Gran Diseño

Durante la fase de exploración, esbozar el «Big Picture» de la vida es un imperativo que requiere una profunda reflexión sobre lo que queremos de nuestra vida en los próximos 15 años.

Despierta al Gigante que llevas dentro.

Siguiendo los consejos y técnicas sugeridos en el primer capítulo del libro «El árbol de las ventas«, veremos cómo podemos hacerlo con la ayuda del Gigante que vive dentro de nosotros. Este proceso de creación y diseño del gran diseño de nuestra vida, además de ser un mapa detallado de todo lo que queremos conseguir, se convierte en una conexión con todas las pasiones, valores y objetivos que nos juzgarán a través de los diversos retos a los que nos enfrentaremos durante el largo viaje de la vida. La ayuda del Gigante Interior no es sólo simbólica, sino que constituye un acto práctico de autoiluminación en la configuración de nuestro futuro, capaz de aportarnos perspicacia y una visión auténtica de lo que sucederá en nuestras vidas. (Busque y relea el concepto de realidad invisible en el capítulo 1 del Árbol de las ventas). Involucrar al Gigante nos dará la fuerza y la determinación necesarias para convertir los obstáculos y los retos en oportunidades, haciendo de la planificación una experiencia enriquecedora, guiada por el sentido común y la sabiduría que ya llevamos dentro.

2- La Eliminación:

El siguiente paso es aprender a eliminar todo lo que no sea esencial en nuestras vidas.

Una vez realizados todos los análisis necesarios, ahora tenemos que elegir.

Eliminar y elegir garantizará que toda nuestra atención y energía se concentren en unas pocas pequeñas acciones diarias.

Concéntrate en unas pocas cosas y hazlas lo mejor que puedas

Esto también ocurrirá porque nuestra concentración en unos pocos puntos de acción nos ayudará a concentrar toda nuestra energía mental en los objetivos que queremos alcanzar. Esta teoría apoyada y explicada por el antropólogo y cibernético Gregory Bateson afirma que, efectivamente, toda nuestra energía va hacia donde se dirigen nuestros ojos y pensamientos.

Eliminar implica, por tanto, la elección obligada de actuar utilizando pocas acciones y focalizadas, lo que con el tiempo producirá resultados exponencialmente mayores que el método de trabajar utilizando una fórmula multitarea.

En contra de lo que a menudo pensamos o nos aconsejan, este proceso, que además se ajusta a la famosa ley del 20/80 de Vilfredo Pareto, nos ayudará a minimizar tanto los riesgos como los costes, maximizando así los resultados finales.

La aversión normal a la eliminación se debe al hecho de que el proceso de eliminación provoca en nosotros un verdadero «dolor mental» porque está ligado al sentimiento «doloroso» de la pérdida. A menudo conservamos objetos, pensamientos e incluso amistades sólo por miedo a perderlos, aunque no nos aporten nada o incluso sean tóxicos . El concepto de «escasez», vinculado a la sensación de pérdida, también es conocido y aplicado en el mundo del marketing, debido a su conexión con una de las seis técnicas de persuasión ética elaboradas por el psicólogo Robert Cialdini, hábilmente explicadas en su famoso libro«Influence».

De forma divertida, recordamos la aplicación de esta ley durante el largo periodo Covid. Sin ninguna razón lógica, a pesar de un suministro abundante y constante, miles de personas han estado acaparando papel higiénico, vaciando las estanterías de los supermercados de todo el mundo, alimentadas por un miedo psicológico a la escasez.

Y así es como, al igual que un globo, para despegar en la vida tenemos que cortar todas las cuerdas que nos mantienen atados a pesos inútiles (nuestros hábitos nocivos).

Hábitos atómicos

Recomiendo la lectura de un libro maravilloso: ‘Small Habits for Big Changes’ (Pequeños hábitos para grandes cambios), de James Clear, en el que se explora y estudia este concepto con gran detalle.

Por eso me gusta recordar una bella frase del filósofo Carl Gustav Jung que dice: «Haz consciente tu inconsciente, de lo contrario tu inconsciente guiará tu vida y lo llamarás destino» . Nuestros malos hábitos se convierten en automatismos de comportamiento en nosotros y se convierten en nuestro destino.

**La paradoja del burro buridán

De lo contrario, también nos encontramos en el callejón sin salida de no saber cómo decidir y elegir. En esencia, conservamos todo pero no eliminamos nada. Esta forma de actuar nos llevará a realizar el sinsentido de Buridan, ilustrado por la paradoja de Jean Buridan. Este concepto filosófico ilustra una situación hipotética en la que un burro, colocado equidistante entre dos comederos idénticos e igualmente atractivos, se ve incapaz de decidir de cuál empezar a comer. El resultado final es que el burro que no puede decidir acabará muriéndose de hambre. Esta paradoja nos advierte de la peligrosa parálisis en la toma de decisiones en la que corremos el riesgo de caer, debido a la abundancia de opciones, información y datos que recibimos a través de nuestros teléfonos móviles.

Mentalmente permanecemos totalmente hipnotizados e inmóviles frente a nuestra pantalla de colorota sin decidir qué hacer.

**El «NO» positivo

Así, examinamos el concepto de saber decir «no» de forma positiva, aprendiendo a rechazar algo sin cerrar completamente la puerta al crecimiento y la exploración. Es un acto de autoafirmación que nos permite establecer los límites «sanos» de nuestra identidad. William Ury, con su libro «Get to Yes«, hace hincapié en la importancia de explorar y conocer las razones que subyacen al «no» inicial durante las negociaciones, y el mismo principio puede aplicarse en el campo de la psicología de la identidad personal.

Muchos de nosotros, obligados a vivir las fuertes dicotomías que a menudo nos presenta la vida (los compromisos que hacemos para ser aceptados por los demás), a menudo nos encontramos diciendo «sí» a cosas que no reflejan lo que somos y lo que nos gustaría ser. En este contexto, aprender a decir «no» de forma positiva se convierte en un elemento clave para desarrollar una conexión más auténtica con nosotros mismos y con los demás para no aceptar vivir eternamente en una situación de «falsa personalidad». Empezar con un «no» puede ser una forma de desafiar las falsas expectativas de los demás y de hacer más fuertes las que llevamos dentro. Este proceso de autoafirmación ayuda a comprender mejor los propios valores, deseos y necesidades. Una vez establecidos los límites mediante el «no» positivo, se abre el camino para explorar el «sí» de forma más consciente. La autenticidad emergente de la capacidad de decir «no» de forma positiva puede servir de base sólida para construir relaciones más genuinas y satisfactorias con los demás. Además de ayudar a definir la verdadera identidad de cada uno, esta práctica también promueve un verdadero crecimiento personal a través de experiencias y relaciones más genuinas. El «no positivo» se convierte en un vehículo de autodeterminación y autenticidad, que nos permite afirmar nuestra verdadera identidad y abrirnos a los verdaderos «síes» que reflejan quiénes somos realmente.

**Trabajo en profundidad

Antes de pasar a la fase 3 de la ejecución, detengámonos en otro concepto importante explicado por Carl Newport en su excelente libro Deep Work, en el que destaca la importancia de trabajar de forma concentrada mediante una planificación detallada utilizando un elaborado método de cuatro pasos, que son:

1 – Concentración profunda: capacidad de sumergirse por completo en una tarea, lo que aumenta la eficacia y la calidad del trabajo.

2 – Gestión del tiempo y 3 – Planificación detallada: son fundamentales para maximizar la productividad.

4 – Reflexión: nos ayuda a evaluar y mejorar constantemente las estrategias utilizadas.

En una era de gran impacto tecnológico, el factor distracción, que siempre ha estado presente en nuestras vidas, ha encontrado un terreno más fértil que nunca gracias a los millones de estímulos que recibimos a diario de nuestros dispositivos digitales. Este bombardeo incesante de información provoca así una distracción perpetua. Basándonos en estudios, sabemos con certeza que una vez inmersos en una fase de alta concentración, cada minuto de distracción nos llevará cuatro veces más tiempo recuperar el nivel de concentración deseado.

Aprendemos a trabajar con periodos de concentración largos y profundos

Trabajar inmerso en una fase definida como «atención superficial » significa concentrarse únicamente en los aspectos más obvios, visibles o aparentes de una situación o tarea, sin profundizar ni considerar detalles más profundos o complejos. En este contexto, una atención superficial podría conducir a una comprensión limitada o parcial de la cuestión, con falta de profundización o reflexión en profundidad. Otra grave consecuencia del aprendizaje en esta fase rápida y distraída es la pérdida de toda la información que intentamos asimilar con la consecuencia natural de un lento e inexorable empobrecimiento cognitivo y un distanciamiento de todo lo que es verdaderamente real a nuestro alrededor.

Trabajar en una fase de concentración profunda significa dedicar la atención y el esfuerzo mental de forma completa y concentrada a una tarea específica. Durante este estado, la persona se sumerge por completo en su actividad, eliminando las distracciones externas. En una fase de concentración profunda, se puede alcanzar un estado conocido como «fluir» o «Flow «, como también lo define el escritor Mihály Csíkszentmihályi en su libro del mismo nombre, en el que el tiempo parece esfumarse y la persona está completamente implicada y apasionada con su actividad. Este estado de profunda concentración puede conducir a una mayor productividad, una comprensión más profunda del material y una mayor calidad en el trabajo realizado.

Así es como el poder del trabajo lento y concentrado se convierte en un factor aún más crucial e indispensable para nuestro crecimiento personal y profesional.

Para concluir con los conceptos del «trabajo Depp», mencionemos una forma concentrada y cuidadosa de trabajar de Wiston Churchill, que dedicó una hora entera a escribir sus hermosos discursos al pueblo británico durante el sangriento bombardeo de Londres -discursos que se convirtieron en inolvidables diarios y fueron la causa del Premio Nobel de Literatura en 1953- por cada minuto de uno de sus discursos.

**I Bias

Siguiendo con el estudio de cómo podemos crear un estilo de vida esencialista, ahora también debemos analizar los problemas relacionados con los sesgos cognitivos -creencias y certezas mentales- vinculados a las distorsiones evaluativas que la mente utiliza para generar valoraciones y criterios falsos. También se utilizan para expresar opiniones o generar juicios sobre cosas de las que no se ha tenido experiencia directa y que influyen en nuestro pensamiento a la hora de tomar decisiones. Así tenemos la categoría de sesgo de confirmación, que nos lleva a ver y buscar sólo la información que confirma nuestras creencias básicas, ignorando todas las demás alternativas válidas. Los prejuicios relacionados con el estatus nos hacen resistirnos al cambio, incluso cuando puede ser esencial, debido a nuestro apego a nuestra zona de confort. Sesgos relacionados con el exceso de confianza que nos convencen de que somos inmunes a decisiones no esenciales, subestimando la posibilidad de que también podamos equivocarnos. Los sesgos de anclaje nos mantienen aferrados a creencias iniciales inútiles, limitando así nuestra apertura a nuevas posibilidades. Optimismo Sesgos que nos hacen miopes ante los múltiples riesgos que entrañan nuestras elecciones, centrándonos excesivamente sólo en los beneficios. Y por último, todos los sesgos mencionados con el síndrome del burro de Buridan que nos hacen vivir en una eterna parálisis en la toma de decisiones. Reconocer estos sesgos es crucial para desarrollar una perspectiva más consciente, que nos guíe hacia decisiones más sabias y orientadas hacia lo esencial.

3 – Ejecución

En la filosofía esencialista, la ejecución es el paso crucial tras la exploración y la eliminación. Consiste en traducir el «Gran Diseño» de la vida en acciones concretas, centrándose en las actividades esenciales.

El esencialista adopta así el concepto de «Trabajo Profundo» para trabajar de forma concentrada, evitando distracciones todo digital. El objetivo es maximizar el impacto de las acciones siguiendo el principio de «haz poco y hazlo lo mejor que puedas y con el tiempo que sea necesario».

El esencialista busca maximizar el impacto de sus acciones, evitando la superficialidad y la dispersión del esfuerzo en demasiadas actividades. Es un proceso impulsado por la disciplina, la concentración y la atención focalizada, que permite al esencialista vivir una vida centrada en las pocas cosas que realmente importan. Realizar acciones vinculadas a vivir el presente nos dará la oportunidad de realizar el gran designio de nuestra vida y, poco a poco, cambiar también nuestro pasado.

**Tiempo Productivo, Indirectamente Productivo y No Productivo

En la fase de ejecución, nos ceñimos a los cuatro pasos clave del «trabajo en profundidad» y dividimos así el tiempo en tres grandes áreas de uso del tiempo divididas en:

  • P (tiempo productivo), es realizar las tareas propias con eficiencia y eficacia. Son todos estos momentos en los que trabajamos estrechamente con nuestros clientes -valoraciones inmobiliarias, presentación de servicios -firma de encargos de venta y propuestas de compra -reuniones de 21 días o entrevistas previas a la consulta con clientes aciorentes.
  • El P.I. (tiempo indirectamente productivo) se refiere a aquellos periodos en los que nos dedicamos a actividades que, aunque no estén directamente relacionadas con la tarea principal, contribuyen a la eficacia del trabajo.

Pueden ser las búsquedas que realizamos para nuevos clientes, vendedores y compradores. Citas de ventas y todas las reuniones programadas con una duración determinada.

  • N.P (tiempo no productivo ) Este concepto se refiere a aquellos periodos en los que una persona no está realizando actividades que contribuyan directa o indirectamente a la consecución de los objetivos fijados. Estos periodos pueden incluir largas pausas o momentos de distracción, la postergación de reuniones o tareas, navegar por Internet más allá de la hora fijada y todas las demás actividades que no están incluidas en el horario de trabajo de la agenda y que restan tiempo a las acciones principales.

**Aplicación de la vida esencialista en el sector inmobiliario**

En el sector inmobiliario, adoptar el esencialismo es crucial para maximizar la eficacia de nuestro trabajo y garantizar resultados duraderos.

Será importante centrarse en las cuatro actividades esenciales relacionadas con los bienes inmuebles:

  • Búsqueda: de nuevos inmuebles y compradores
  • Adquisición: de nuevos compradores y encargos de venta en exclusiva – exclusivamente para buscadores de inmuebles.
  • Gestión: de una cartera concentrada de 21 propiedades y 21 clientes compradores
  • Citas para la venta, que deben ser pocas y válidas para alcanzar firmas en propuestas de compra o en la notaría

En conclusión.

En un sector tan competitivo como el inmobiliario, optimizar la elección del tiempo y las actividades a realizar se convierte en el factor esencial para «navegar» en cualquier tipo de mercado y poder alcanzar todos los objetivos marcados de una manera siempre..eficaz y eficiente.