«La salud es el estado completo del bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedades» — Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es normal que en temporada como esta suelen surgir en nuestra mente varias preguntas, como:
- ¿Qué nos espera en los próximos meses?
- ¿Qué lecciones hemos aprendido que nos ayudarán a construir un futuro más resiliente y seguro?
- ¿Cómo podemos adaptarnos mejor a un mundo en constante transformación y lleno de incertidumbres?
La capacidad de proyectar nuestros pensamientos más allá del presente para planificar nuestro futuro es una necesidad fundamental para todos.
Nuestro cerebro está diseñado para anticipar y organizar eventos futuros, ya sea una simple cita con un amigo, unas vacaciones familiares, un viaje o una reunión de trabajo para un proyecto importante.
Planificar nuestra vida es un proceso natural e indispensable, intrínseco al funcionamiento de nuestras neuronas.
La frase «vivir la vida» puede interpretarse de muchas maneras, cada persona le da un significado único.
Sin embargo, la realidad nos impone limitaciones que nos impiden alcanzar nuestros objetivos de vida, generando un profundo malestar psicológico, frustración e impotencia.
Como bien señalaba un artículo que leí recientemente, gracias al COVID hemos pasado de decir «save the date» a «change the date».
Hemos constatado cómo se frustran nuestros intentos de organizar aspectos importantes de nuestra vida, y no siempre porque dependa exclusivamente de nosotros.
En el año 2000, un grupo de psicólogos liderados por Martin Seligman, de la Universidad de Pensilvania, fundó lo que hoy conocemos como la psicología positiva.
Esta disciplina se enfoca en el estudio de los rasgos de personalidad y las actividades que contribuyen al bienestar emocional. En lugar de centrarse únicamente en los aspectos problemáticos de nuestra psique, la psicología positiva explora cómo los pensamientos y emociones positivas pueden generar sensaciones que nos motivan y apoyan en la realización de nuestros sueños.
Según el profesor Daniel Todd Gilbert, de la Universidad de Harvard, el cerebro es el verdadero responsable de la creación de nuestro futuro. Es una máquina programada para planificar constantemente nuestra vida. Por lo tanto, la incapacidad para ejercer estas facultades puede dar lugar al inicio de estados depresivos, que a su vez, pueden causar bloqueos físicos y mentales, transformándose en estados crónicos de catarsis emocional. Este estado emocional es especialmente peligroso para nuestro bienestar durante esta nueva temporada de restricciones y confinamientos.
Todos sabemos que la mejor medicina para nuestro bienestar es la actividad física.
La sensación de movimiento y el control sobre nuestro cuerpo nos proporcionan vitalidad tanto física como mental.
Hacer ejercicio, incluso algo tan sencillo como caminar durante 25 minutos a diario, es el mejor antídoto contra el estrés y los estados depresivos, ya que produce sustancias químicas como la serotonina y las endorfinas, que generan sensaciones placenteras en nuestro cuerpo y mente.
Es fundamental poner en práctica la conocida frase: “Lo que no controlas, te controla”, lo que significa centrarnos únicamente en lo que está bajo nuestro control.
Si permitimos que nuestros pensamientos se enfoquen en lo que no podemos controlar, nos alejamos del presente y de la posibilidad de vivir una vida que realmente está bajo nuestro pleno control.
¿Y cómo podemos lograr esto? Una manera es dejar de utilizar verbos en subjuntivo y condicional, y comenzar a usar verbos que se relacionen con el presente indicativo. Otra opción es tener en mente una serie de pequeños consejos que he anotado en mi cuaderno a lo largo de los años.
Son 7 sencillos consejos que, sin duda, pueden ayudarnos a superar estas sensaciones de estancamiento.
Esta disciplina se enfoca en el estudio de los rasgos de personalidad y las actividades que contribuyen al bienestar emocional. En lugar de centrarse únicamente en los aspectos problemáticos de nuestra psique, la psicología positiva explora cómo los pensamientos y emociones positivas pueden generar sensaciones que nos motivan y apoyan en la realización de nuestros sueños.
Según el profesor Daniel Todd Gilbert, de la Universidad de Harvard, el cerebro es el verdadero responsable de la creación de nuestro futuro. Es una máquina programada para planificar constantemente nuestra vida. Por lo tanto, la incapacidad para ejercer estas facultades puede dar lugar al inicio de estados depresivos, que a su vez, pueden causar bloqueos físicos y mentales, transformándose en estados crónicos de catarsis emocional. Este estado emocional es especialmente peligroso para nuestro bienestar durante esta nueva temporada de restricciones y confinamientos.
Todos sabemos que la mejor medicina para nuestro bienestar es la actividad física.
La sensación de movimiento y el control sobre nuestro cuerpo nos proporcionan vitalidad tanto física como mental.
Hacer ejercicio, incluso algo tan sencillo como caminar durante 25 minutos a diario, es el mejor antídoto contra el estrés y los estados depresivos, ya que produce sustancias químicas como la serotonina y las endorfinas, que generan sensaciones placenteras en nuestro cuerpo y mente.
Es fundamental poner en práctica la conocida frase: “Lo que no controlas, te controla”, lo que significa centrarnos únicamente en lo que está bajo nuestro control.
Si permitimos que nuestros pensamientos se enfoquen en lo que no podemos controlar, nos alejamos del presente y de la posibilidad de vivir una vida que realmente está bajo nuestro pleno control.
¿Y cómo podemos lograr esto? Una manera es dejar de utilizar verbos en subjuntivo y condicional, y comenzar a usar verbos que se relacionen con el presente indicativo. Otra opción es tener en mente una serie de pequeños consejos que he anotado en mi cuaderno a lo largo de los años.
Son 7 sencillos consejos que, sin duda, pueden ayudarnos a superar estas sensaciones de estancamiento.
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Primer consejo – Mejorar tu salud.
Para ello haz ejercicios de respiración, al aire libre o en la ventana, llenar bien lo pulmones inspirando profundamente y expirando.
Beber diariamente en pequeños sorbos de agua durante el día. Comer mucha fruta. Masticar los alimentos del modo más perfecto posible para facilitar la digestión.
Evitar en los proximo 15 días el alcohol, el tabaco y las medicinas (a menos que estuvieras en tratamiento médico).
Segundo consejo. – Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, todas ideas negativas.
Eliminar sentimientos cómo el rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.
Huir como de la peste de todas personas toxicas: murmuradoras, chismosas o vanidosas.
La observancia de esta regla es de decisiva importancia ya que se trata de cambiar la energía espiritual a de tu alma.
La observancia de esta regla es de decisiva importancia ya que se trata de cambiar la energía espiritual a de tu alma.
Este es el único medio de poder cambiar tu destino pues depende de nuestros actos y pensamientos.
Tercer consejo. – Hazlo lo mejor que puedes.
Da lo mejor de ti, incluso en los pequeños detalles.
En tu esfuerzo por hacer el bien, presta atención a los pequeños detalles y enfócate en la mejora contínua.
Evita dejarte llevar por sentimentalismos que puedan desviarte de tu propósito.
Mantén un enfoque claro y equilibrado, ayudando a los demás con dedicación y precisión.
El verdadero impacto positivo proviene de actuar con cuidado, excelencia y un compromiso constante con la mejora personal y colectiva.
Cuarto consejo. -Olvida las ofensas.
Es fundamental olvidar todas las ofensas y, más aún, esforzarte por desear el bien incluso a tu mayor enemigo.
«Tu alma es un templo sagrado que nunca debe ser profanado por el odio.»
Al liberar el rencor y cultivar pensamientos positivos hacia quienes te han hecho daño, no solo proteges tu paz interior, sino que también elevas tu espíritu.
Practicar la compasión hacia los demás, especialmente hacia aquellos que te han lastimado, fortalece tu carácter y te libera de la carga emocional que el odio conlleva.
Al final, es tu capacidad de perdonar y de mantener la pureza de tu corazón lo que define la verdadera fuerza y grandeza de tu espíritu. Libro AMP Inmobiliaria
Quinto consejo. – Medita.
Debes reservar un tiempo cada día ( que sean solo 5′ o 10′) para recogerte en un lugar donde nada ni nadie pueda perturbarte, aunque sea por media hora.
Sentarte en silencio, relajarte con los ojos medio cerrados y permitir que tu mente se vacíe de pensamientos en un acto de renovación profunda.
Este momento de desconexión no solo relaja tu cuerpo, sino que también revitaliza tu espíritu.
Al despejar la mente, te abres a una conexión más profunda con las energías positivas que te rodean.
Este hábito de tranquilidad te permitirá fortalecer tu resiliencia, clarificar tus pensamientos y sintonizar con las influencias que nutren tu bienestar.
Es en estos momentos de quietud donde encuentras la serenidad necesaria para afrontar los desafíos de la vida con mayor equilibrio y sabiduría.
Sexto consejo. – Silencio.
Entrenate al silencio y a guardar absoluto resguardo sobre tus asuntos personales. Abstente, como si hubieras hecho un solemne juramento, de compartir con los demás todo lo que pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras, al menos por un largo tiempo.
Este ejercicio de discreción es crucial no solo para proteger tu vida interior, sino también para liberarte del sentido del juicio y de los prejuicios inútiles.
Al mantener tus pensamientos y descubrimientos internos como un tesoro guardado, te das la oportunidad de reflexionar sin la influencia de opiniones externas que puedan distorsionar tu perspectiva.
Acostumbrarse al silencio y la reserva te permite observar el mundo con mayor objetividad, sin apresurarte a emitir juicios o formar prejuicios innecesarios. Ser como una casa tapiada o un jardín sellado significa crear un espacio seguro y sagrado dentro de ti, donde tus ideas y emociones pueden desarrollarse libremente.
En este silencio, encuentras la libertad para crecer, eliminar las distracciones del juicio externo y tomar decisiones más auténticas y alineadas con tu verdadero ser.
Entrenate al silencio y a guardar absoluto resguardo sobre tus asuntos personales. Abstente, como si hubieras hecho un solemne juramento, de compartir con los demás todo lo que pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras, al menos por un largo tiempo.
Este ejercicio de discreción es crucial no solo para proteger tu vida interior, sino también para liberarte del sentido del juicio y de los prejuicios inútiles.
Al mantener tus pensamientos y descubrimientos internos como un tesoro guardado, te das la oportunidad de reflexionar sin la influencia de opiniones externas que puedan distorsionar tu perspectiva.
Acostumbrarse al silencio y la reserva te permite observar el mundo con mayor objetividad, sin apresurarte a emitir juicios o formar prejuicios innecesarios. Ser como una casa tapiada o un jardín sellado significa crear un espacio seguro y sagrado dentro de ti, donde tus ideas y emociones pueden desarrollarse libremente.
En este silencio, encuentras la libertad para crecer, eliminar las distracciones del juicio externo y tomar decisiones más auténticas y alineadas con tu verdadero ser.
Séptimo consejo. – No tener miedo
Jamás temas a los hombres ni te inspiren sobresalto el día de mañana.
Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien. Jamás te creas solo ni débil porque hay detrás de ti ejércitos poderosos que no concibes ni en sueño.
Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo.
El miedo y la desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos. Atraen las malas influencias y con ella… el DESASTRE.
Me habría encantado atribuirme estos consejos, pero pertenecen a Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim (1493-1541), más conocido como Paracelso.
Estos consejos, ofrecidos hace casi 500 años, siguen siendo profundamente relevantes hoy en día.
Paracelso, un pionero en su tiempo, no solo dejó una huella imborrable en la medicina, sino también en la filosofía de la vida, mostrando que la sabiduría verdadera trasciende el tiempo.
Quiero terminar este artículo con una importante cita de Martin Luther King Jr. que dice:
«Si no puedes volar, corre; si no puedes correr, anda; si no puedes andar, gatea; pero hagas lo que hagas, ¡sigue avanzando!».
Es esencial mantener activa nuestra mente y nuestro cuerpo, pensando en el nuevo año que está por venir para poder establecer nuestras metas, nuestras «piedras grandes».
Comenzando con todos los objetivos relacionados con nuestra vida privada, y así dar paso también a los de nuestra vida profesional.
Por ello, te invito a conocer las técnicas que he aprendido para realizar este tipo de control y planificación del tiempo, conocidas desde hace milenios como las técnicas o el ritual del Daruma.
Por último, es importante destacar que incluso en momentos extremos y tan difíciles como el confinamiento que tuvimos por culpa del COVID, hemos logrado transformar nuestra vida de manera positiva y aprender algo nuevo.
